viernes, abril 18, 2014

Cien años de gratitud

INDIRA RESTREPO (en cultura.elpais.com)
Tendría unos 11 años. Sobre la mesita del salón, mi madre tenía un libro que se llamaba «Memoria de mis putas tristes». Para mí, aquella novela debía ser lo peor. Y su autor también. ¿A quién se le ocurriría utilizar el peor insulto que se le puede decir a una mujer en una historia de reconocimiento internacional? Y encima, ¡unas putas tristes! ¡Pues claro que están tristes, no te jode! Reconozco que, aún a día de hoy, no me he atrevido con tal novela (y creo que tiene que ver algo con mi primer encuentro con García Márquez y con mi negativa a tal concepto). 


Ha pasado otra década desde entonces. A día de hoy, puedo decir que el gran Gabriel García Márquez se ha convertido, en mis días, en el referente de un futuro que no me pilla demasiado lejos. Escritor, periodista, cronista. Literatura a ras del suelo, en palabras de Antonio Cándido. Ayer se fue una de las mejores mentes del panorama intelectual. Y no son las palabras ajenas las que le hacen homenaje y grande hoy; sino las suyas propias. Por eso García Márquez sigue vivo; por eso sus putas tristes, sus crónicas y una decena de años solitarios, entre muchas otras palabras, se han vuelto inmortales. 

 Por mi parte, cien años de gratitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias,